Te explicamos cómo hacer deliciosos churros caseros en solo 30 minutos. Este es un postre adorado por niños y adultos, ideal para meriendas y desayunos.
Si nos preguntan cuál es la receta de repostería española que más lejos ha llegado en el mundo, sin duda debemos considerar la de los churros caseros.
No hay un lugar del país donde no se preparen estos deliciosos aperitivos como merienda, ya sea acompañados de café con leche o chocolate.
Sus orígenes se remontan a los territorios ocupados por los árabes en el sur de España. El Diccionario General de Cocina de 1892 ya los mencionaba. Hoy se elaboran millones de porciones cada día en países como Portugal, México, Colombia, Venezuela, Cuba, Estados Unidos, Puerto Rico y muchos otros.
En realidad, la simpleza del acto de preparar churros contrasta con la grandeza de su sabor final. Pocas veces una simple masa frita de harina con agua, sal y azúcar ha despertado tantas pasiones.
Los ingredientes para hacer churros caseros son pocos y fáciles de conseguir en tiendas o panaderías en toda España:
• 250 gramos de harina de trigo para todo uso. También se puede usar harina de fuerza o harina de panadería.
• 250 centímetros cúbicos de agua.
• 1 cucharadita de sal.
• Azúcar para espolvorear o azúcar para glaseado.
• Aceite de girasol. En caso de no tenerlo a mano también sirve el aceite de oliva suave para freír.
• Papel absorbente de cocina
• Una manga pastelera con boquilla fina en forma de estrella o de ser posible una churrera manual.
Vierte la harina en un bol de boca ancha y calentamos el agua con la sal en una olla mediana.
Cuando empiece a hervir vierte el agua directamente sobre la harina. Mezcla con una cuchara de madera hasta que la harina y el agua formen una mezcla compacta y pegajosa.
Introduce la masa para churros caseros en la manga pastelera o en la máquina churrera. Vierte segmentos largos de masa sobre un paño de cocina o haz espirales o tirabuzones a tu gusto.
La idea es dejar enfriar la masa para que no se estalle al empezar a preparar churros en el aceite caliente.
Una vez que los segmentos de masa sobre el paño se hayan enfriado puedes cortarlos con un cuchillo al tamaño que desees que queden los churros.
Pon una sartén al fuego medio con bastante aceite de girasol o de oliva. Cuando el aceite alcance unos 200 grados empieza a freír 3 o 4 porciones de masa a la vez.
Una vez que los churros caseros se vean dorados por fuera, retíralos con una pinza y colócalos en una bandeja cubierta por papel absorbente.
Antes de servirlos puedes espolvorearles azúcar glass o azúcar fina. En México y Venezuela los churros caseros se sirven con un tope de dulce de leche o de chocolate.
El mejor acompañante para este platillo es una taza de chocolate caliente o de café con leche.
¿Te sobró mucha masa para churros caseros y no sabes qué hacer con ella? Pues guárdala en el refrigerador.
Primero prepara porciones con la churrera o la manga sobre un paño como hiciste al principio. Déjalas enfriar y ponlas un rato en la parte baja del refrigerador para que se endurezcan.
Entonces puedes pasarlos a una envoltura plástica y refrigerarlos hasta una próxima ocasión. Para freírlos más adelante no es necesario descongelarlos.
Como ves, ¡en menos de media hora has elaborado un rico aperitivo para toda tu familia!