Cómo hacer un plan de vida (básico y sin complicaciones)
Hacer un plan de vida te ayudará a lograr los sueños que has tenido desde joven y vencer las limitaciones y dificultades que se atraviesan.
2021-01-30 10:55:12 - Luis Malave
En un mundo cada vez más competitivo y lleno de situaciones imprevistas, crece día a día la importancia de hacer un plan de vida que nos permita hacer realidad nuestros sueños y objetivos.
Los especialistas recomiendan insistentemente que los padres orienten a los jóvenes sobre la necesidad de ponerse metas claras. Lamentablemente, muchos adultos no saben la importancia de tener un plan de vida ni cómo aplicarlo.
¿Y tú sabes cómo hacer este plan de una forma sencilla y sin complicaciones? Pues vamos a darte una guía muy sencilla y efectiva para que puedas elaborarlo.
Analiza tu realidad: primer paso para hacer un plan de vida
Ningún plan puede tener éxito si primero no se tiene claro cuál es la situación actual y cuáles son los recursos con los que se cuenta.
Esto vale tanto para un ingeniero que quiere realizar un proyecto, como para un gerente que quiere lanzar un producto o para una persona que quiere realizar sus sueños.
Por lo tanto, antes de hacer un plan de vida es importante que te conozcas a ti mismo y entiendas cuál es tu realidad, qué problemas y limitaciones tienes y cuáles son tus recursos y fortalezas para superarlas.
Comienza por identificar tus necesidades, habilidades y características únicas. También detalla cuáles son tus debilidades y tus verdaderas necesidades en la vida.
Ahora trata de comprender de manera realista qué has logrado hasta el momento, qué metas lograste y cuáles no. Y sobre todo, identifica qué personas y situaciones están limitando tu avance.
Sincérate y define tus expectativas en la vida
Una vez que hayas definido tu situación actual, el segundo paso para hacer un plan de vida es definir cuáles son tus expectativas reales.
En pocas palabras, define cuáles son los sueños y metas que realmente te llenarían en lo personal y que vale la pena esforzarse para hacer realidad.
Por ejemplo, muchos compartimos el deseo de consolidarnos económicamente y tener cubiertas nuestras necesidades. Otros aspiran a encontrar pareja y formar familia, mientras que otros realmente valoran más el éxito en el trabajo o tener un impacto positivo en la sociedad.
Cada quien tiene sus propias expectativas y las tuyas no tienen que ser iguales a las de otros, por muy cercanos que sean contigo.
Define las acciones que darán vida a tu plan de vida
Cuando hayas depurado tus expectativas y seas consciente de cuáles son tus fortalezas y debilidades, estarás en condiciones de pasar a la tercera etapa de cómo hacer un plan de vida.
En este caso, se trata de definir que estrategias aplicarás para hacer realidad tus metas. Aquí pesa mucho usar la razón más que el corazón. Debes pensar bien tus acciones futuras y no centrarte solo en las emociones o deseos.
Un ejemplo puede ser el de lograr una mejor situación económica. En este caso, muchos pensarían que basta con encontrar un mejor empleo. Pero esto no siempre es así.
Debes definir cómo piensas encontrar ese mejor empleo que te de acceso a un mejor salario. Un paso concreto para esa meta sería estudiar una carrera o cambiar tu área de trabajo a una que sea más rentable económicamente.
También debes incluir los sacrificios que harás para que tus ingresos no sean superados por tus gastos, como ahorrar más o dejar de gastar en cosas superfluas.
Acuerda el tiempo y lapsos para cumplir tus metas
Todo plan debe tomar en cuenta el tiempo en que se debe ejecutar cada acción y cumplir cada meta. Esto también es válido al hacer un plan de vida.
Es importante establecer metas a corto, mediano y largo plazo y definir en cuánto tiempo debemos alcanzar cada una.
Esto te ayudará a optimizar mejor tu tiempo y recursos y te ayudará a evaluar con más exactitud cuánto has avanzado (o no) en tu plan de vida.
Como ves, hacer un plan de vida es sencillo. Pero aunque puedes encontrar miles de recetas para hacer tu plan personal, lo más importante será siempre la disciplina y esfuerzo que estés dispuesto a realizar para que tus sueños se hagan realidad.